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Si el parecido entre un conjunto de flautas de pico y el órgano resulta tan evidente, se debe a que la producción del sonido es muy similar. Además de esta consideración organológica, el Consort Brouillamini pretende, con este programa, poner en evidencia el vínculo musical que une a estos dos instrumentos “soplantes”.

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A lo largo de este programa, los contrapunctus o los preludios y fugas provenientes de El clave bien temperado de Bach serán interpretados unas veces al órgano y otras a las flautas. Este juego de pimpón musical cautivará al oyente, el cual también descubrirá bajo otra luz las Fantaisies de Henry Purcell. Para terminar, el órgano tomará el papel de bajo continuo en una magnífica suite de danses de Marc-Antoine Charpentier y en el célebre concierto RV 522 de Antonio Vivaldi.